Solo si visitas El Grifo, sabrás que…

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Bodegas con oferta de enoturismo hay muchas, pero ninguna con un museo que atesora más de 500 piezas únicas. Solo El Grifo brinda una inmersión absoluta en la historia del vino a través de los obstáculos salvados y los cambios, algunos revolucionarios, introducidos por ellos, por la bodega más antigua de Lanzarote

De forma segura y cumpliendo con las normas que la situación actual impone, El Grifo continúa dando la bienvenida a todo aquel que se acerca hasta el corazón de La Geria para conocer su pasado, presente y futuro a través de una visita guiada o libre.

Porque lo que no se guarda, se escribe o documenta puede caer en el olvido, y si no recordamos quiénes somos ni de dónde procedemos, quizá avanzar con buen paso sea complicado, por todo ello, ellos llevan tiempo guardando su legado en un museo que alberga más de 500 piezas únicas. Teniendo en cuenta que su fundación se remonta a 1775, el valor del museo es incalculable.

Durante la visita sabremos que:

- En la creación del museo fue clave César Manrique. En 1981 se iniciaron obras para introducir depósitos de acero inoxidable. César pidió no alterar en nada la antigua bodega, lo que obligó a la familia propietaria a dedicarla a museo, que hoy puede visitarse, gracias a su clarividencia.

- El lagar cubierto data de 1775, como se deduce de la inscripción fundacional, fue levantado por el Venerable Beneficiado de la iglesia parroquial de Teguise D. Antonio de Torres Ribera (1725-1807).

- Las mujeres siempre han sido clave. En los 245 años de funcionamiento, ha sido propiedad en su mayor parte de mujeres, que además ejercieron la dirección sin tutelas. Es el caso de las hermanas Antonia y Rosalía de Castro, propietarias ambas durante 50 años en el siglo XIX. Durante casi cien años, desde 1880, fueron dos mujeres de la familia actual las que dirigieron El Grifo: la madre de los actuales propietarios (los hermanos Juan José y Fermín Otamendi), Antonia Rodríguez Bethencourt, y antes, su madre, Manuela García Parrilla.

- Luchadores incansables y amigos del progreso, en 1905 El Grifo sustituyó la prensa de viga por una hidráulica.

- Unos años después, en 1935, también fueron pioneros en el embotellado, como acredita, la llenadora y la etiquetadora semi-automáticas expuestas en el museo.

- Fue a partir de los años ochenta cuando revolucionaron los métodos y tipos de vino de Canarias. Así, introdujeron el inox en vinificación, los equipos de frío y las prensas de membrana.

- Se expone la pequeña maquinaria y los útiles empleados en la viña y en la vinificación, desde el comienzo y hasta mediados del siglo XX. Por ejemplo: la prensa hidráulica, despalilladora y bomba, fabricadas en Alemania en el siglo XIX y adquiridas de segunda mano en 1905 de una bodega alemana que hubo en Lanzarote hasta esa fecha.

- José Hierro y José Saramago. Junto con el museo, El Grifo atesora más joyas. Hablamos de 5.000 volúmenes en torno al vino, la agricultura y Canarias. Su biblioteca, de acceso restringido, fue inaugurada por José Hierro en 1998. Por otra parte, José Saramago descubrió la placa del 225 aniversario de la bodega, en el que pronunció unas palabras que se conservan enmarcadas en la biblioteca.

Hasta la irrupción del COVID-19, más de 80.000 personas visitaban este museo y bodega únicos. La experiencia, que cumple con todas las medidas de seguridad, brinda, además, un paseo por el espectacular viñedo prefiloxérico.

El precio de la visita de aproximadamente 45 minutos, que incluye la cata de dos referencias, es a partir de 15 €. Las visitas guiadas tienen lugar los siete días de la semana a las 11 h.

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