El Grifo presenta su nueva Experiencia de Vendimia: Listán Negro Grano a Grano
Con 247 años de historia, El Grifo deleita con un nuevo vino fruto de la ambición por investigar, experimentar y transformar el fruto de la tierra en un vino sorprendente que demuestra criterio y técnica. Listán Negro Grano a Grano, enmarcado en la línea ‘Experiencias de vendimia’, es un monovarietal del que tan solo existen 1.644 botellas.
Es una edición limitada que atesora la riqueza de las uvas de vides centenarias, plantadas a pie franco sobre arena volcánica, en una parcela del pago Tomaren, en el centro de la isla y próximo a la bodega. Actualmente, en su propiedad cuenta con 32 hectáreas de viñedo y 150 viticultores hacen posible que tenga parcelas de viñedo repartidas por toda la isla.
Son viticultores, como los del pago de Tomaren, amantes de su oficio, que perseveran y que han ido transmitiendo de generación en generación las técnicas de cultivo para poder extraer toda la expresión de la viña.
Carácter atlántico
La bodega más antigua de las Islas Canarias sigue poniendo la vista en elaboraciones tradicionales en las que el carácter atlántico es la base. Son pruebas, de ahí la denominación ‘Experiencias de Vendimia’, que podrían dar lugar a nuevas referencias, como es el caso de este nuevo vino Listán Negro Grano a Grano, o al menos obtener datos sobre modificaciones en sus procesos de elaboración.
Originario de Andalucía, la variedad Listán Negro hoy por hoy se cultiva en la mayoría de las Islas Canarias. Se adapta fácilmente a todo tipo de clima, es resistente a plagas y enfermedades, y tiene buenos rendimientos. Si bien, es una variedad tánica, con baja capa de color y alto contenido en pirazinas, aportando un carácter vegetal.
Dadas estas características, en la añada 2020, El Grifo apostó por esta variedad para realizar una elaboración tradicional con la que potenciar la mayor expresión aromáticas del varietal, disminuyendo el carácter vegetal y aumentando la fruta fresca.
Nota de cata
Listán Negro Grano a Grano se presenta con una tonalidad rojo Borgoña, con aristas violáceas, de capa baja debido a la mínima intervención del hollejo. Debido a la fermentación dentro de la baya, se percibe aroma floral con recuerdo de lavanda, flor de saúco y también a fruta, plátano maduro o fresa.
Además, se reflejan aromas varietales como son la hoja de tomate o el hinojo. Y debido a la evolución en botella aparecen aromas de fruta escarchada, orejones.
En boca, se presenta como un vino fresco, armonioso y longevo, gracias al envejecimiento comienzan a aparecer sabores a fruta madura manteniendo su equilibrada acidez natural.