Ayalga, el regreso de Marcos Granda a casa
Nació en Sotrondio, una pequeña localidad próxima a Oviedo. Siendo un niño, Marcos Granda aprendió que la hospitalidad se lleva en la sangre y que saber cómo tratar a los invitados es tan importante como tener un buen producto. Esta lección de vida que le enseñó su padre ha guiado sus pasos profesionales y es una de las claves de su éxito empresarial. En sus restaurantes -Skina, con dos estrellas Michelin en Marbella; CLOS, una estrella en Madrid; y la reciente apertura en Marbella de NINTAI- ha creado un concepto diferencial en torno a la hospitalidad. En Ayalga, que supone su regreso a casa, a Asturias, el cliente también siente, nada más cruzar el umbral de la puerta, que es bienvenido y que la experiencia va a ser única, y no solo gastronómicamente.
Objetivo: Asturias
A principios de 2019, acompañado de un gran equipo consolidado, Granda se marcó la meta de crear un restaurante en su lugar de origen y compartir con sus paisanos lo aprendido en sus más de veinte años de experiencia. Halló el lugar perfecto: un pequeño hotel de cuatro estrellas en Ribadesella, llamado Hotel Villa Rosario.
Se trata de un antiguo Palacete ubicado en pleno paseo marítimo frente al Cantábrico y edificado en 1914 por un emigrante afortunado que soñó con construir una auténtica joya que se ha convertido en uno de los hoteles más especiales de la zona. Contando con la confianza de la familia Fernández, que actualmente regenta el hotel, Granda inauguró Ayalga, en noviembre de 2019, con la misma filosofía que la de sus hermanos mayores Skina y Clos.
Hallazgo en la playa, tesoro
En asturiano ‘ayalga’ significa: Hallazgo, hallazgo en la playa, tesoro, alhaja. Así es el continente y contenido que ofrece el tercer restaurante del empresario asturiano. Es una nueva muestra de su obsesión por alcanzar la excelencia, que logra con perseverancia y un estilo propio, auténtico.
El equipo, tanto en cocina como en sala, es el alma del establecimiento e invita a quienes se sientan en su mesa a ser parte protagonista de una experiencia global basada en el producto, en la materia prima local y siempre de temporada. El trato diario y la relación de confianza con los proveedores de la zona es fundamental en la búsqueda de dicha excelencia.
Dos menús
Siendo Asturias la tierra que acoge Ayalga la propuesta de alta gastronomía transita entre el mar y la montaña, y se acompaña de una impecable selección de vinos. Son dos los menús degustación que representan la cocina asturiana, su tradición, su recetario y su despensa, con la mirada sofisticada y creativa de Marcos Granda. Se trata de Sabores de la Tierrina y Experiencia Ayalga, cada uno asciende a 69 euros y el maridaje con seis vinos, 31 euros. En el segundo menú, se puede ampliar a 8 referencias por 40 euros.
Con la máxima frescura y calidad, el comensal saborea creaciones como: Mejillón en escabeche asturiano; Torto de maíz con chorizo a la sidra; y Emberzao (embutido típico del oriente asturiano), entre otros entrantes. En el apartado de los principales, algunos como: Extracto de marisco con percebes; Chipirón en su propio guiso; Pescado del día; Pichón en dos cocciones con mole y Solomillo de ternera astur con huitlacoche. En cuanto al postre, la manzana y su sidra suponen el broche perfecto.
Ayalga es el suculento y emocionante regreso de Marcos Granda a su casa, a Asturias.